Por segundo año consecutivo, la Caja de Ahorros lleva a cabo la campaña conocida como "Programa Nacional del Ahorro", con la proyección de llegar con el mensaje de esta iniciativa a más de 200 mil personas, entre ellas niños y jóvenes, a través de sus 42 sucursales en todo el país.
El Banco de la Familia Panameña también realiza visitas a instituciones, centros educativos y ferias donde introduce un nuevo concepto de ahorrar, no sólo dinero, sino también recursos energéticos como la luz, el agua, los combustibles, además de la protección del ambiente.
Con este programa se pretende llamar la atención del público sobre la necesidad de ahorrar, en momentos en que el mercado bancario otorga facilidades de crédito que han hecho que economizar recursos no sea una prioridad. Los bancos solventan con muchas facilidades las necesidades de sus clientes.
Para este año se han incorporado más promotores de ahorros, cuya meta es incrementar en un 50 por ciento las cuentas y los fondos bancarios, con relación al año pasado, cuando la actividad obtuvo magníficos resultados.
En un mundo sacudido por inflaciones, contracciones y recesiones, los panameños debemos comprender de una vez por todas, la importancia del hábito del ahorro. Guardar recursos para seguir una carrera universitaria, para los tiempos de retiro o imprevistos es una acción de carácter ineludible.
En este sentido, la Caja de Ahorros tiene dentro de sus principales objetivos continuar con la promoción del ahorro entre la juventud; el año pasado se obtuvieron resultados favorables al lograr que un importante porcentaje de este sector de la población guardara parte de sus recursos económicos en el Banco de la Familia Panameña.
El país y el mundo viven momentos de incertidumbre e inestabilidad, la globalización, cuyas iniciativas iniciales de bienestar y desarrollo no han logrado cumplirse, ahora amenaza la seguridad económica y alimenticia de los pueblos.
En este segundo año de la Campaña Nacional del Ahorro, se han incorporado otras iniciativas que permitirán a la población economizar, no sólo recursos monetarios, sino también energéticos y naturales. El ahorro de energía en los hogares, las empresas y las entidades públicas también nos permitirá enfrentar con éxito los altibajos producidos por los desajustes en los diferentes mercados de productos básicos.
