El capitán Eduardo Enrique Arosemena, jefe encargado de la Subestación de Nuevo Tocumen, salvó la vida de una familia, que era víctima de violencia doméstica perpetrada por el padre de tres pequeños.
Era aproximadamente la medianoche del 17 de abril, cuando Arosemena se encontraba de turno y recibió la llamada de emergencia.
Al llegar a la casa, ubicada en Nueva Esperanza Arriba, se percató de que Ricardo Bejarano, de 28 años, había sacado a su esposa Enilsa Araúz del hogar y la había golpeado.
Bejarano se encontraba dentro del cuarto con las luces apagadas y armado con un cuchillo, había tomado de rehén a los tres niños.
La menor de 4 años era la que el sujeto mantenía cargada y los otros dos pequeños se encontraban detrás de él.
El capitán procedió en primera instancia a dialogar con Bejarano, que sólo se concretaba en decir que se fuera, ya que era un problema de él con su mujer. Se negaba a encender las luces del cuarto.
La señora Enilsa, desesperada por sus pequeños, pudo conseguir una copia de la llave del cuarto y el capitán procedió a entrar. Fue en este momento cuando los dos pequeños, que se encontraban detrás de Bejarano, salieron corriendo hacia donde estaba el capitán.
El diálogo con Bejarano continuó para que soltara a la pequeña de 4 años, pero lo único que hacía era pasarle el cuchillo por el cuello.
La situación era ya de riesgo, y el capitán sólo esperó el momento preciso para efectuarle un disparo a Bejarano en el pecho.
Bejarano fue trasladado al Cuarto de Urgencias del Hospital Santo Tomás, donde tuvo que ser intervenido quirúrgicamente.
Se conoció que el sujeto fue trasladado hacia La Joya.