Miembros del Movimiento 23 de Octubre programan apelar la sentencia de 40 meses impuesta por el Juez Primero Penal, Rolando Quesada Vallespi, contra los hermanos y transportistas Ariel y Próspero Ortega, conductor y dueño del bus 8B-06, Ruta Mano de Piedra-Corredor Norte.
A criterio de los directivos del gremio, la sentencia de cuarenta meses es una burla contra los sentimientos de justicia que sienten los parientes de los dieciocho panameños calcinados en este lamentable accidente registrado aquel lunes 23 de octubre de 2006, frente al Templo Hossana, Vía Martín Sosa.
"Ellos debieron ser sentenciados por homicidio culposo, esto es una burla", manifestó David Ramírez, dirigente de Movimiento 23 de Octubre.
"Los pasajeros le pidieron a Ariel que parara en la garita de peaje del Corredor, pero el chofer alegó que no podía parar", señaló.