Los nacionalistas de Alex Salmond son los vencedores de las elecciones autonómicas celebradas el jueves en Escocia, una vez que se adjudicaron los 129 escaños del Parlamento de Edimburgo.
En una histórica victoria, el Partido Nacionalista Escocés (SNP) obtuvo 47 escaños frente a los 46 de los laboristas, al término del recuento oficial de votos. Fue un rotundo fracaso para el partido del primer ministro británico Tony Blair.
El SNP había anunciado su intención, si lograba el gobierno regional, de convocar en el 2010 un referéndum para decidir la escisión de Escocia del Reino Unido.