Científicos chinos crearon un nuevo anticonceptivo que pueden utilizar los hombres y el cual consiste en una inyección de testosterona aplicada cada mes.
El efecto de este anticonceptivo es seguro, reversible y carece de consecuencias negativas serias en el corto plazo.
La investigación se realizó en 1.045 hombres jóvenes y sanos, lo cual lo convierte en el más grande de su tipo hasta el momento.
Todos los participantes eran hombres fértiles de entre 20 y 45 años, quienes ya habían tenido al menos un hijo durante los dos años anteriores al experimento.
Estos hombres tenían parejas con edades entre los 18 y los 38 años que también tenían funciones reproductivas normales.
Durante 30 meses a ellos se les aplicó una inyección mensual de 500 miligramos de undecanoato de testosterona. El vehículo de la hormona fue aceite de semillas de té.
Al reducir los niveles de dos sustancias reguladoras del cerebro, la hormona folicoestimulante y la hormona luteinizante o lutropina, los científicos comprobaron que estas inyecciones frenaron la producción de esperma o la redujeron a una mínima cantidad.
Sin embargo, el efecto fue reversible: la cuenta de espermatozoides regresó a su nivel normal entre cuatro y seis meses después de la última inyección.