ABRACADABRA
"Política de vivienda"
"Hay que ponerle fin al estilo de gobierno arbitrario, ostentoso
y despilfarrador de la cúpula del PRD, que afecta directamente las
condiciones de vida de la población"
Carlos Guevara Mann
El pasado lunes, un tremendo
incendio destruyó varias casas del populoso barrio de Santa Ana.
Mil 500 personas, aproximadamente, han quedado sin hogar y sin pertenencias,
a raíz de este terrible siniestro. Crítica Libre informó:
"400 cuartos fueron consumidos por las llamas y con ellos las pocas
pertenencias de gente muy pobre" (11 de mayo de 1999).
Corresponde al gobierno auxiliar a estos menesterosos, pero también
a toda la ciudadanía ayudarlos en este duro trance. A pesar de
diferencias políticas, culturales y sociales, todos los habitantes
de este país somos hermanos. A los damnificados hay que manifestar
fraternidad, especialmente a los ancianos y niños. Entre las víctimas
del incendio, hay más de 300 menores.
Amigo(a) lector(a): contribuya con lo que esté a su alcance, 5
balboas, 1 balboa, cincuenta o veinticinco centavos. Lleve su donación
a su parroquia, o a Cáritas Arquidiocesana. No podemos dejar solos
a los que todo lo han perdido.
"El siniestro que redujo a cenizas una cuadra y media de populosos
caserones de madera nos hace meditar sobre la problemática de la
vivienda."
Así lo expresó El Panamá América, en su columna
"El pulso de Panamá" (11 de mayo), y tiene toda la razón.
Nada le ha importado al gobierno del PRD con el problema de la vivienda.
Miles de panameños continúan residiendo en edificios condenados
y casas brujas, en condiciones infrahumanas. Muchos carecen de agua potable,
servicios sanitarios y luz eléctrica.
No hay plata, es la excusa de siempre. Pero sí la hay para regalarles
a los legisladores, en concepto de partidas circuitales, 180 millones de
balboas.
Y, para el uso reservado del presidente, 30 millones en 5 años.
¡Tamaña injusticia!
Hay que ponerle fin al estilo de gobierno arbitrario, ostentoso y despilfarrador
de la cúpula del PRD, que afecta directamente las condiciones de
vida de la población, especialmente de la clase popular.
Fue con la esperanza de un cambio que el pueblo eligió a Mireya
Moscoso. La Unión por Panamá no puede defraudar a la clase
popular. Ya lo dijo una damnificada de Santa Ana: "Yo voté
por Mireya, ahora quiero ver qué puede hacer ella por mí y
por mis hijos" (El Panamá América, 12 de mayo). Que
lo tengan muy presente los asesores de doña Mireya.
Sugiere "El pulso de Panamá" que Mireya Moscoso comience
por nombrar, de ministro de Vivienda, a un individuo "dinámico".
También debe ser capaz, honrado y talentoso.
Esos son los criterios que deben prevalecer a la hora de realizar nombramientos,
no el amiguismo y la politiquería, que fomentan la corrupción
y no resuelven los problemas. Que sean conscientes de ello los dirigentes
de la Unión por Panamá, si no quieren perjudicar a doña
Mireya y aislarla del pueblo que votó por ella; y, con ello, cavar
sus propias tumbas políticas.
También recomienda El Panamá América que se dé
sustancia al programa de vivienda de la Unión por Panamá.
Al respecto, dice el resumen del plan de gobierno de Mireya Moscoso:
"Aplicaremos una política sostenible de urbanismo y construcción
de viviendas populares. Nuestras prioridades serán el financiamiento
para la vivienda de interés social, la planificación urbana
sostenible y la limpieza ambiental."
para lograr esos objetivos, la Unión por Panamá se comprometió
a presentar una ley que fomente la construcción de viviendas de bajo
costo, revitalizar el programa de lotes servidos, reubicar a los residentes
de casas condenadas, promover y dirigir el financiamiento al desarrollo
de la vivienda popular, inventariar las áreas baldías para
dedicar las apropiadas a proyectos de vivienda popular, y elaborar una Estrategia
Nacional de Desarrollo Urbano.
Estas declaraciones no pueden quedar en letra muerta.
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