Cuando se iniciaron las investigaciones contra el crimen de la empresaria Cristina "Gina" García Eleta se determinó que las tres armas incautadas a los asaltantes de la agencia de cobros del IDAAN de Corozal, no fueron las que ocasionaron la muerte de la mujer.
La prueba de balística realizada por la otrora Policía Técnica Judicial reveló que una bala calibre 9 mm entró por la espalda y salió por el pecho de la víctima, y que existió una situación de rehén que no se manejó de forma adecuada.
Según testigos, cinco agentes del SPI dispararon durante el enfrentamiento, entre ellos estaba Máximo José Moró, Javier Chillambo, Enrique Chen Rojas, Luis Gallardo, estos cuatro indultados. También está sindicado el miembro del SPI, Felipe Beitía.