Cada mes, miles de panameños acuden a las cajas de las empresas privatizadas de electricidad para efectuar el pago respectivo de sus cuentas residenciales. Algunas veces, como es obvió, los ciudadanos no tienen dinero suficiente para saldar la cuenta y ocurre que deben hacerse cortes en los hogares.
Pocas veces las empresas de electricidad, a saber las distribuidoras y las generadoras, han dado una buena atención a los clientes. Contadas ocasiones. Pero algo que si hay son los abruptos apagones y daños a las propiedades privadas por la suspensión del suministro de energía.
Hoy, vemos en los medios el anunció con antelación del aumento de la tarifa de energía, debido según ellos al costo del petróleo que se utiliza para generación de electricidad (búnker). A partir del 1 de agosto, esta medida se aplicará a los usuarios del sector este de Panamá, Colón, Darién y Kuna Yala.
Semejante anuncio es otro golpe de gracia a la tranquilidad de los hogares panameños. �Cómo es posible que el Gobierno saliente deje a la libre que los precios del consumo de electricidad suban por los aires, afectado a miles de ciudadanos? �O es que acaso desean una revuelta social poco antes del cambio de administración gubernamental el próximo 1 de septiembre?
Desde hace tiempo, Panamá lleva un lento desarrollo de fuentes de energía alternativa y del progresivo uso de las hidroeléctricas para producir un suministro constante de electricidad para nuestro pequeño país de tres millones de habitantes. En Chiriquí, la cuenca del Canal de Panamá y en Chepo, hay grandes represas que tienen plantas de energía limpia que suministran la fuerza necesaria para mantener a la nación andando.
Empero, es necesario tener más plantas hidroeléctricas para cubrir la demanda diaria de los usuarios.
Por otro lado, el uso de los denominados "campos eólicos", con torres en forma de hélice para aprovechar la fuerza de los vientos para producir electricidad en gran escala, sería una buena opción para contrarrestar la utilización del petróleo en las empresas de generación de energía.
El gobierno entrante de Martín Torrijos puede muy bien dar un cambio de rumbo en la problemática de la electricidad.
En vez de ponerle la carga a los hombros de los panameños por el aumento del combustible en el mundo, hay que crear políticas lógicas para comercializar el tema energético.
De igual manera, la Autoridad del Canal de Panamá (ACP) puede brindarnos su cooperación para dar electricidad a las ciudades de Panamá y Colón, con el fin de bajar el costo de la energía.
