El juego aéreo, un "veneno" que literalmente mató a la selección brasileña en la final del Mundial de Francia98, puede convertirse en arma del equipo de Carlos Alberto Parreira para la conquista de su sexto título.
Parreira recordó ayer que dos goles de cabeza en jugadas de córner fueron decisivos en la derrota por 3-0 que les infligió Francia en la final de París.
El triste antecedente ha convencido al técnico de la necesidad de repasar movimientos defensivos y ofensivos en jugadas desde los costados.
"Tenemos buenos cabeceadores", aseguró el técnico durante una rueda de prensa para disipar temores de la prensa brasileña en relación con la posible fragilidad de su defensa en ese fundamento.
Durante el primer entrenamiento de los brasileños en la ciudad alemana de Koenigstein, Parreira hizo un trabajo específico en ataque y defensa con los defensas Lúcio y Juan, los centrocampistas Emerson y Kaká y el punta Adriano.
"Los buenos cabeceadores estaban ahí", dijo Parreira para explicar la ausencia de Ronaldo, quien dividió la práctica entre una carrera alrededor de la cancha y un partidillo, al otro extremo de la cancha, en el que marcó un gol.
Con Dida bajo los tres palos y Ronaldinho Gaúcho y Zé Roberto como lanzadores, Lúcio, Juan, Emerson, Kaká y Adriano fueron exigidos en jugadas aéreas durante aproximadamente treinta minutos.
TACTICA BRASILE�A
En tiros libres diagonales o de esquina contra el equipo brasileño el dibujo defensivo que Parreira ensayó ayer en el entrenamiento deja ver a Juan y Kaká como protectores de los palos, Lúcio en el centro con Adriano y a Emerson flotando en el área.