Disfrutar de una tarde de cantadera ya no es una cuestión exclusiva de interioranos.
Ya es común ver en estos espectáculos masivos, gente de todos los estratos sociales disfrutando del talento y la buena voz de los cantadores de décima.
Y es que asistir a una de ellas es relacionarse con parte de nuestro folclore y aquella persona que nunca ha estado en una, no sabe lo que se está perdiendo.
Pero no crea que las cantaderas son sólo el preámbulo de los tradicionales bailes típicos. Ahora son parte de los festejos más personales, pues hay quienes reúnen a sus amistades al son de guitarra, versos y violín para festejar, incluso cumpleaños.
El origen de las cantaderas se relaciona mucho con el campesino panameño, pues documentos relacionados han señalado que tuvo sus inicios en la campiña interiorana.
�Si aún no ha ido a una cantadera, hágalo cuanto antes!