"�Cumplieron su misión!". Esa fue la frase utilizada por uno de los familiares del ahora capitán y del teniente (post mortem), César Augusto Sang y Walter Ariel Pittí, respectivamente, antes de recibir cristiana sepultura en su natal Chiriquí.
La iglesia de la Sagrada Familia, en David, llegó a su máxima capacidad y en medio de una caravana policial los cuerpos fueron llevados hasta un cementerio privado en las afueras de la ciudad.
Allí se realizó el acto oficial con la participación del vice ministro de gobierno y justicia, Severino Mejía, y el director de la Policía Nacional, Jaime Ruíz, quienes lamentaron la pérdida de los oficiales que fallecieron mientras hacían su trabajo atendiendo un accidente en la vía hacia el Puente Centenario, el fin de semana pasado.
Ruíz recordó que 100 policías han muerto en el cumplimiento del deber, en el transcurso de 18 años.
En el pasillo principal de la iglesia donde se dio la ceremonia religiosa, un grupo de compañeros uniformados, con la mano sobre la ceja derecha, rendían honor.
Sus familiares recordaron sus atributos desde que ambos iniciaron su carrera militar que los llevó hasta Chile para estudiar en la Escuela de Carabineros, a parte de muchos otros logros familiares y profesionales.
�JUSTICIA!: PIDE LA FAMILIA
César Sang, hermano menor del capitán César Augusto Sang, solicitó que el responsable de las muertes pague por lo que hizo.