Desde el presidente Manuel Amador Guerrero para acá, este es el único mandato que se retira oliendo a chivo. Estos cinco años de mucho respaldo financiero han demostrado la terrible fragilidad de nuestro sistema gubernamental., tanto así, que el ciudadano más lego en política nacional e internacional diría que fue creado por un meticuloso sastre del oportunismo. Se ha percibido con el gobierno que sale, que con el modelo en vigencia los que quieran evadir la responsabilidad de rendir cuentas a la democracia por la obligación de trabajar, lo podrán hacer con las caras más foscas de la contumacia.
El alijo de promesas incumplidas, amarradas con las toscas cuerdas de la soberbia y del poco importa con los ciudadanos y con el grueso de su propio partido, han condenado a este gente a bajar las escalinatas del poder cabizbajos y es posible que muchos, con alguna pizca de verg�enza se mearán en los zapatos al darse cuenta muy tarde que por su gestión tan mediocre, el camino que les espera es el del desprecio de propios y extraños. La aflicción se agranda porque perciben unos y afirman otros que un número significativo de copartidarios no votó por el hoy maltratado Partido Revolucionario Democrático.
Lo más significativo que les está pasando al gobierno que se va, gracias al parapalo sufrido el 3 de mayo pasado, son las advertencias de refundación de su partido. Los deseos de levantar el "monstruo" alineado a la izquierda son enormes. Hasta ahora el número de brazos y equipos son insuficientes sobre todo por la flacidez de un amorfo cuerpo que boquea. Los órdenes del día para reuniones se chocan en la internet, los almuerzos políticos se dan todos los días, las convocatorias van y vienen. La cúpula del gobierno y la del partido, están al borde de una rebelión formada por numerosos pero heterogéneos grupos de importantes dirigentes. Las bases se están pintando las caras como presagio de rebelión contra una dirigencia que se considera pegada al poder como las lapas que se mantienen a presión sobre las latas de sardinas de poca calidad.
Entendidos que han conversado con asesores del gobierno que se va, están convencidos que el PRD no se levanta más, después de la descomunal paliza. Los más objetivos comentan que tendrá que caminar renco, mientras se frag�e alguna propuesta de refundación de ideas sin bellaquerías para que puedan algún día regresar a San Felipe, pero sin el apestoso olor a chivo con que abandonan el poder.