Jueves 25 de junio de 1998

 








 

 

EDITORIAL
La rebatiña de los "cupos" vehiculares

L
as decisiones administrativas que conceden autorización para operar actividades públicas de transporte colectivo y selectivo, denominadas "cupos", se han convertido en un mecanismo de aprovechamientos personales, de manejos inescrupulosos, de favoritismos partidarios, compadrazgos y amiguismos, donde personeros alejados de las labores transportistas, resultan beneficiados de ellas, al arrendar tales vehículos de transporte público.

Las denuncias históricas de los manejos cuasi-hamponiles que rodean las afiliaciones, autorizaciones y logros en las concesiones transportistas han llenado páginas de prensa, y múltiples investigaciones sustanciadas por las autoridades administrativas terminaron en archivos, sin sanciones, ni rectificación alguna.

Los transportistas organizados lograron incorporar a la vigente legislación del transporte público elementos mercantiles y civiles en los "cupos", que ahora resultan idóneos para respaldar préstamos monetarios y otros negocios; con capacidad para ser transferidos por endoso o herencia, de manera que quienes los obtienen poseen bienes de creciente valor.

Las denuncias que hace el Ombusdman sobre múltiples irregularidades y aprovechamientos con los "cupos" vehiculares en Veraguas, unidas a las demandas que ventila un tribunal chiricano sobre manejos suspicaces en esta materia, y las referencias anecdóticas que en bajo tono se relatan de tráficos ilegítimos de influencia y cohecho que alcanzaron calificación de escándalos en pasadas gestiones, sirven de soporte al reclamo popular que considera las actividades del transporte público sumidas en acomodos dolosos de dirigencias y funcionarios corruptos que derivan aprovechamientos indebidos, de miles de balboas por unidad.

El otorgamiento de estas concesiones vehiculares para soportar reclamos partidarios y alcanzar respaldos de clientelas políticas, debe investigarse hasta las últimas consecuencias, y sancionar a quienes resulten comprometidos en ellas, sin que se pueda hacer distingos de afiliación, apellido o posición social.

Este descaro desorbitado en materia transportista es patético cuando la dirigencia gremial de trabajadores panameños en las bases militares norteamericanas, ante la inminencia del cierre de esas instalaciones, reclaman a los funcionarios el otorgamiento de centenares de "cupos" que garanticen ingresos a sus afiliados, y ofertan amenazas y protestas y reclamos callejeros, de no accederse a tal petitorio.

La rebatiña de los "cupos" vehiculares debe cesar; las autoridades responsables deben con firmeza revisar indebidas concesiones, y asímismo exigir el rendimiento de las labores autorizadas a quienes son beneficiarios de los títulos: Persistir en los desgreños de hoy, significa alargar los vicios y defectos que envuelven las actividades de transporte público panameño, convertido en un martirologio para el pueblo humilde.


 


 

AYER GRAFICO
El periodista Donald Quintero, en el cenit de su fama, entrevistó a personalidades.


CREO SER UN BUEN CIUDADANO
Sin embargo, aún permito que existan casas condenadas.


OPINIONES



 

 

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