Aunque el gobierno interino de Irak tendrá "soberanía total", de acuerdo con una resolución de principios de mes del Consejo de Seguridad de la ONU, tendrá restricciones considerables.
Primero, tiene prohibido tomar decisiones políticas de largo plazo. En segundo lugar, no tendrá el control de los 160,000 efectivos extranjeros que permanecerán en Irak. El gobierno tiene el derecho de pedirles que se retiren, pero ha dejado en claro que no tiene intenciones de hacerlo.
Las principales tareas del nuevo gobierno serán preparar las elecciones para el 31 de enero, manejar los asuntos cotidianos del país y trabajar con las fuerzas multinacionales encabezadas por Estados Unidos, que estarán a cargo de la seguridad.