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El ejército israelí mató a tres palestinos ayer en Cisjordania, después de que un atentado contra un tren causara cuatro heridos cerca de Tel Aviv, mientras el ministro de Defensa anunciaba el comienzo oficial de la construcción de un cerco para aislar Jerusalén.
En Gaza, cuatro palestinos, entre ellos tres niños (una de un año) resultaron heridos por disparos de soldados israelíes. Dos de los niños fueron alcanzados por balas israelíes cuando los soldados "abrieron fuego sin razón" contra civiles en el barrio Al Salam de Rafá, cerca de la frontera egipcia, informó una fuente de seguridad palestina.
Otro niño fue herido cerca de Beit Hanun, en el norte de la franja de Gaza, y una cuarta persona fue alcanzada cerca de la colonia judía de Netzarim, en el sur de la ciudad de Gaza.
En Naplusa, en el norte de Cisjordania, dos palestinos murieron y otro resultó herido por disparos de soldados israelíes, según testigos. El ejército anunció que había matado a Muhannad Taher, jefe para el norte de Cisjordania de las Brigadas de Ezzedín al Qasam, brazo armado del movimiento radical islámico Hamas, y a uno de sus adjuntos y que hirió a un activista de la organización.
En el campamento de refugiados de Deheishé, cerca de Belén (Cisjordania), soldados israelíes mataron el domingo a un palestino e hirieron a otros cuatro.
Por su parte, el secretario de la presidencia palestina Tayeb Abdelrahim consideró que Jerusalén debía ser compartida por Israel y el futuro Estado palestino, convirtiéndose en la capital de ambos Estados.
Entretanto, la administración del presidente norteamericano George W. Bush seguía presionando al presidente de la Autoridad Palestina, Yasser Arafat, afirmando que había interrumpido los contactos con él y exigiendo su sustitución. |
