|
EDITORIAL
Desabastecimiento en Salud
Deportes recientes de los corresponsales de este diario indican una delicada situación en algunos hospitales del interior de la república. Hace unas semanas, llamadas constantes a la redacción de este diario revelaban pequeñas carencias que pasaban desapercibidas a los ojos del panameño común, pero que traían en sus lomos una terrible noticia: algo raro está pasando en lo alto de la pirámide, que está provocando un desabastecimiento en los centros médicos que va más allá de lo normal.
En la ciudad capital parece que no ha sonado la alarma todavía. El director de la Región Metropolitana de Salud, Carlos Rodríguez, aseguró que todos los hospitales de la ciudad se encuentran dotados de los equipos y fármacos necesarios, aunque reconoció que estarían confrontando serias dificultades de desatarse, por ejemplo, una epidemia de dengue. Por lo demás, todo marcha bien.
Un caso especial es el del Hospital del Niño, que gracias a su autonomía se ha alejado del tortuguismo característico del sistema de compras en el gobierno, y puede adquirir sus equipos y medicamentos de forma directa. Por esto resulta que aquí tampoco se notan carencias peligrosas.
Pero cuando se pasa del puente de las Américas el asunto cambia. En el Hospital Nicolás Solano ya pasaron los nubarrones, y el problema de abastecimiento sólo está aquejando al cuarto de operaciones.
Según Aurelio Núñez, director regional de Salud de Panamá Oeste, hace dos semanas se sufrió de un desabastecimiento de insumos en el Nicolás Solano, que ya ha sido resuelto en un 95 por ciento.
En Chiriquí el asunto espanta. La falta de medicamentos e insumos varios se eleva a un 86 por ciento si se suman la de hospitales y centros médicos diversos. La noticia en este punto revela que "funcionarios de la CSS informaron que el agotamiento de insumos y medicamentos obedece a la burocracia que tienen que pasar los procesos de compra, lo que disminuye la capacidad de abastecimiento, representando un tiempo perentorio de al menos 30 días, una vez licitados".
No es un problema de pánico, si se ve desde la óptica de las autoridades. En Coclé y Colón, por ejemplo, la falta de materiales y medicinas no es escandalosa. Sin embargo, el usuario común del sistema de salud sí está sintiendo en carne propia la falta de abastecimiento.
Hasta ahora no se sabe de ninguna consecuencia fatal porque no había una jeringuilla a la mano en una sala de hospitalización. No obstante, las autoridades deben ser claras y poner todas sus cartas sobre la mesa, para evitar sorpresas desagradables, como las que se pueden presentar si se desata una epidemia más grave que la reciente meningitis.
|
PUNTO CRITICO |
 |
|