Antonio Sevilla Jiménez, de 27 años, murió a consecuencia de dos disparos que le propinó una persona hasta ahora desconocida, en Calle 18-E, Santa Ana.
Una de las balas se alojó en la espalda de Jiménez y la otra en su cuello, señaló un testigo, quien exigió mantener su identidad en reserva.
El deceso de este ciudadano, quien vestía un sweater color amarillo (similar a los usados por futbolistas brasileños) y pantalón jeans) ocurrió aproximadamente a las 10:00 p.m.del sábado, señaló una fuente policial.
Por ahora los móviles de este nuevo crimen no están nada claros, advirtió un agente de la DIIP (Dirección de Información e Investigación Policial), aunque la víctima no fue despojada de sus dineros y pertenencias personales, por lo que se sospecha que el móvil pudo haber sido algún tipo de venganza.
Minutos antes del fatal desenlace, el infortunado cenaba con una dama rubia quien -según dicen testigos- era su compañera durante los fines de semana.
Trascendió que este señor residía solo, y en este punto hay algunas contradicciones: mientras la Policía señala que no vivía en el área donde aconteció el homicidio, algunos moradores de Calle 18 lo identifican como uno de sus vecinos.
Sevilla Jiménez permaneció por espacio de varias horas en un restaurante ubicado cerca del paso peatonal, junto a la hermosa dama, la cual desapareció del escenario como por arte de magia cuando empezaron los tiros.
Al parecer, el victimario mantenía vigilando a Sevilla Jiménez, pues apenas este se movió del sitio donde cenaba, logró acercarse y en cuestión de minutos le disparó. Posteriormente, y en forma rápida, subió a un auto que le esperaba y desapareció aprovechando las sombras de la noche. La pierna izquierda del hoy occiso quedó en la acera y el resto de su anatomía en la |