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Según el Comité de damas arnulfistas, cuando en Panamá se escriba la verdadera historia de la evolución de la mujer, el nombre de Mireya Moscoso deberá figurar en uno de los lugares más destacados, no solamente por su fortaleza de carácter y su gran sensibilidad humana, sino porque abrió un camino que aún en las postrimerías del siglo XX, no auguraba una silla presidencial para una representante del sexo femenino. A pesar de que la mujer panameña, incluso desde la época colonial con nuestras muy recordadas Anayansi y Rufina Alfaro, se había esforzado por lograr una posición de igualdad de condiciones en nuestra sociedad, en el plano político el panorama no se presentaba muy fácil y mucho menos llegar a la meta de la primera magistratura de la nación.
Pero no solamente en el ámbito de Panamá ella recibiría la distinción que se merece, sino que también se unirá al grupo de otras destacadas mujeres como Corazón Aquino, Margaret Thatcher, Sirimayo Bandaranaike, Lidia Guelier y Violeta Chamorro, por mencionar algunas, quienes han ocupado las presidencias de sus respectivos países y le han señalado la senda a tantas otras que en estos momentos trabajan incansablemente para brindar sus aportes por un mundo mejor.
Más que los elogios que en la generalidad de los casos algunas personas hacen de quien ostenta el poder, nuestra agrupación desea resaltar las cualidades y virtudes que adornan la personalidad de doña Mireya Elisa Moscoso Rodríguez, quien ha llegado al sitial que ocupa con esfuerzos, dedicación, militancia política, por su aprendizaje de las necesidades y aspiraciones de los más humildes, sencillez en sus acciones, pero sobre todo, por los buenos sentimientos de que es poseedora.
Ella ha demostrado con creces que la voluntad y el interés por la Patria son el norte que acompañan a su gestión, de allí que los compromisos adquiridos a lo largo de su proselitismo político, los ha cumplido poco apoco, a pesar de las adversidades y de las situaciones económicas y geopolíticas que afectan al mundo y, por ende, a Panamá. Es la respuesta responsable de una mujer comprometida con las necesidades y aspiraciones de una nación muy especial como la panameña.
Echando mano a esa sabiduría natural de que es poseedora la mujer, nuestra querida y apreciada Presidenta de la República, ha sabido conducir al país por los senderos de la concertación, de la participación y, muy especialmente, a través de la práctica de escuchar a todos los estamentos de la sociedad, virtud que, en definitiva, se traduce en la mejor oportunidad para interactuar con quienes la eligieron o no, y conocer la magnitud de las vivencias del gran conglomerado.
Rogamos al Topoderoso, que derrame mil bendiciones hoy, mañana y siempre y en esta fecha tan especial, que es su cumpleaños, reciba nuestro tributo, por ser la Presidenta de Panamá, la mujer, la política, la presidenta de nuestro glorioso Partido Arnulfista. �Feliz cumpleaños Presidenta! |
