El presidente de Estados Unidos, George W. Bush, y su colega ruso, Vladímir Putin, reunidos en el noreste de Estados Unidos, trataron de minimizar sus diferencias, al resaltar su colaboración frente al programa nuclear iraní.
Pese a ello, quedó claro que las grandes diferencias de posición en temas como el escudo antimisiles que EE.UU. planea desplegar en Europa del Este persisten, pese a un encuentro que, para darle toda la calidez posible, Bush fijó en un marco insólito, la mansión de sus padres en Kennebunkport (Maine).
"Seguiremos teniendo éxito" en la colaboración de ambos países dentro de la Organización de las Naciones Unidas (ONU) contra el programa iraní, afirmó Putin.