Es muy frecuente escuchar a nuestros productores decir: "Se le salió la matriz a la vaca"; bien, este fenómeno puede ocurrir en cualquier especie animal; sin embargo, se presenta más en el ganado bovino lechero, ovino y menos frecuente en cerdas, yeguas, perras, gatas y conejas.
Esta afección se observa con regularidad en animales que se encuentran en el último tercio de la gestación.
POSIBLES CAUSAS
Entre las posibles causas pueden estar comprendidas: el incremento de la presión intraabdominal asociado con un aumento del tamaño del útero gestante, el pastoreo o consumo de plantas estrogénicas, la administración de productos promotores de crecimiento, multigravidez, exceso de proteí�nas en dieta, falta de fortaleza o atoní�a del útero, así� como las deficiencias nutricionales (calcio, fósforo, magnesio).
También ha sido considerada la existencia de un componente genético en la deficiencia.
Aunque el orificio cervical puede estar inflamado, el prolapso o utro salido rara vez interrumpe la gestación.
COMO SE PRONOSTICA
El pronóstico depende de la extensión de la lesión y de la contaminación del útero, sin embargo, es favorable cuando el útero limpio y poco traumatizado se reposiciona rápidamente.
Se pueden desarrollar complicaciones cuando existe laceración, necrosis e infección o cuando el tratamiento demora. En algunos casos, la vejiga urinaria y los intestinos pueden sufrir daños.
La aplicación de glicerina ayuda, pues proporciona lubricación y reduce la congestión, lo que ayuda a que la matriz vuelva a su lugar.
En algunos casos, es necesario coser algunos puntos, para que éste sirva de soporte en el punto en el cual se inicia la pared vaginal, lo cual previene el inicio de esta afección.
La administración de soluciones que contengan calcio está indicada, en la mayorí�a de los casos, también como medio para incrementar el tono uterino.
En casos extremos, la extirpación del útero severamente traumatizado puede ser el único medio para salvar el animal.
Para esto están indicados el tratamiento de apoyo y los antibióticos. El tratamiento de estos animales debe recaer en la responsabilidad de un médico veterinario, quien evaluará el estado del animal, así� como la condición en la que se encuentra el útero.
CONSULTA OBLIGADA
Aunque es más frecuente en animales avanzados en la gestación, ésta se puede producir en condiciones de gordura de los animales no gestantes, para lo que hay que tomar en cuenta todas las observaciones hechas anteriormente.
Recuerde, ante una situación como ésta en sus animales, consulte cuanto antes a un médico veterinario, quien determinará con precisión lo que se debe hacer para estos casos; atender a tiempo sus animales le pondrá en ventajas de un pronóstico favorable, sin embargo, una buena mineralización ayudará a corregir en gran medida este problema. Los animales que padecen o han padecido del mal, deben ser bien evaluados, ya que esta situación podrá comprometer el estado del animal, si está preñado.