Edwin Sánchez, de 21 años, residente en Potrero Grande, se mantiene hospitalizado desde hace una semana, producto del ataque de delincuentes.
Sánchez fue asaltado y golpeado en el distrito de La Chorrera, el pasado viernes, aproximadamente a las 11:45 de la noche. Fue golpeado en la nuca con un objeto contundente por sujetos desconocidos para él, y por lo tanto, también para la Policía.
Los delincuentes lo despojaron de la billetera, donde tenía documentos personales, tarjetas de crédito, tarjetas de cobro, dinero en efectivo, entre otros bienes.
LOS HECHOS
Sánchez abordó un taxi-como lo hacía todas las noches-en los alrededores de uno de los supermercados de la localidad, para transportarse a casa.
Al llegar al área cerca a su vivienda, el conductor le dijo que no podía hacer la carrera completa por la falta de iluminación y por el mal estado de la carretera.
Se bajó del vehículo y caminó unos metros con destino a su hogar, cuando de pronto sólo sintió un fuerte golpe en la nuca. Aturdido, como pudo llegó a una casa vecina donde lograron ayudarlo hasta que llegó una ambulancia que lo trasladó de inmediato al cuarto de urgencias del Hospital Nicolás A. Solano, en La Chorrera.
El muchacho fue herido en la nariz, en el ojo y pómulo izquierdo. Se encuentra fuera de peligro.
Su prima Damaris afirmó que al llegar al hospital, los médicos no querían atender a su primo porque no portaba documentos personales, y cuando ella amenazó con poner una denuncia por negligencia, lo atendieron de inmediato.
ANTECEDENTES
Meses antes de presentarse este caso, en un cuadro deportivo cerca de donde reside Sánchez, otro muchacho también fue víctima de robo: lo mataron.
QUEJAS
Moradores piden a las autoridades encargadas que atiendan de la situación, porque ya no aguantan más la violencia en esos alrededores.
Los afectados se quejan de que la Policía en La Chorrera no atiende las denuncias y exige, para proceder, que faciliten nombres y apellidos de los atacantes.
PRUEBAS: SOS
Afectados denunciaron que se han dado otros casos en el área, pero que la Policía pide nombres y apellidos de los delincuentes, para capturarlos.