El baño es, sin lugar a dudas, uno de los lugares de primera necesidad en nuestro hogar.
Por ello, debe adaptarse en casos de movilidad reducida por fracturas, deterioro físico, artrosis, artritis, discapacidades, entre otros problemas, para facilitar sus funciones y además evitar accidentes por una mala adecuación.
Conviene que sea un especialista quien analice las barreras de nuestro cuarto de baño y lo adapte para mayor funcionalidad de los adultos mayores.
Además, los cuidadores o asistentes verán facilitado su trabajo al poder ocuparse de otros cuidados que mejorarán la calidad de vida de ambos.
El diseño de un baño no se limita al uso de tecnologías avanzadas; hay ciertas medidas características de los artefactos a respetar:
- El inodoro debe ser instalado a una altura y posición que no suponga ningún obstáculo.
- El lavabo con grifos accesibles y colocación idóneas.
- La ducha preferiblemente debe tener asiento rebatible y una zona seca. En caso de ser necesario, adapte su uso con silla de ruedas.