No estamos diciendo que todos el tiempo tenemos que estar como campanitas de navidad, felices y contentos; pero sí debemos ser amables para que nuestro ambiente laboral sea lo menos perjudicial. Se ha comprobado, según Moreno que la relación de productividad y buen ambiente laboral tiene mucho que ver con el ánimo de las personas.
El sonreír debe ser una práctica diaria, "aunque cuesta", pues nos ayuda a nuestra estructura mental que se ve enfoca en las cosas agradables de la vida.