En Quije de Natá, la pobreza se incrementa, ya que no hay trabajo ni carreteras, sin embargo, existe una granja auto sostenible que se ha convertido en la esperanza de algunas familias que aseguran que los niveles de desnutrición han disminuido considerablemente.
Victoriano Guevara es uno de los miembros de esta granja, y asegura que esto le ha cambiado su vida, porque con la granja ahora hay trabajo y ellos pueden sembrar, cosechar y producir para sus familias e incluso pueden vender en el resto de la comunidad.
Además de consumir y comercializar lo que se produce en la granja de Quije, las familias participantes decidieron donar alimentos de los que allí se cosechan, a la escuela para que los niños tengan una buena nutrición.