FAMILIA
Lo que otros han hecho
(U.S. Department of Health and Human Services)
El proyecto resultó
en un éxito rotundo, haciendo de toda la temporada de graduación
motivo de muchas celebraciones. En un período sólo de 3 años,
esta idea se esparció a otras 86 escuelas de Maine y desde entonces
se adhieren a ella muchos otros estados del país.
Actualmente, el "Proyecto Graduación" se lleva a cabo
en las escuelas secundarias de los 50 estados de la Nación. Este
proyecto ha salvado ya innumerables vidas, ayudando además a mucha
gente joven a desarrollar nuevas formas de socialización, sin necesidad
de consumir alcohol y drogas y a adquirir hábitos saludables mientras
se están divirtiendo. Actualmente, cadsa vez más y más
estudiantes que están a punto de graduarse, deciden tener fiestas
sin consumir sustancias químicas, no sólo en las fiestas de
graduación, sino también cuando retornan a sus hogares y en
otros eventos como los carnavales o festividades escolares en general.
¿Cuál es la diferencia entre el uso y el abuso?
La oficina de sustancias previene el abuso y considera que los jóvenes
que se encuentran por debajo de los 21 años, no diferencian entre
el uso y abuso del alcohol y las demás drogas. El uso de estas sustancias
pone en riesgo a su funcionamiento fisiológico, social e intelectual.
Más de 4.6 millones de jóvenes, o en otras palabras un tercio
de todos los adolescentes americanos, tienen serias dificultades sociales,
legales, escolares y de salud debido al uso del alcohol y las demás
drogas.
Este proyecto comenzó a partir de la honda preocupación
que sentía la Sra. Joan Brann, vecina de un barrio Afro-Americano
en Oakland, California, a raíz del problema de drogas que existía
en el interior de su comunidad. Las numerosas muertes ocasionadas por consumo
de drogas, junto al profundo orgullo que sentía por su comunidad,
le motivaron a participar en las reuniones del concilio local y en los grupos
de su parroquia a fin de indagar cuál sería la mejor manera
de enfocar el problema.
La Sra. Brann se convenció de que, al focalizar toda la atención
en los niños para tratar de prevenir el problema desde su inicio,
era la mejor forma de controlar el problema originado a raíz del
consumo del alcohol y las drogas al interior de la comunidad de Oakland.
Frustrada por la falta de iniciativas en su propia comunidad, encontró
apoyo de una organización sin fines de lucro del área de la
Bahía que estaba especializada en la prevención de drogas
y el desarrollo educacional. Esta organización le ayudó en
el desarrollo educacional. Esta organización le ayudó en el
desarrollo de una propuesta, que fue enviada a la Fundación de San
Francisco, sobre un proyecto de mobilización de un grupo de padres
de familia, del Norte de Oakland.
En su propuesta, ella explicaba cómo las necesidades de las familias
de bajo ingreso y pertenecientes a una de las minorías estaban siendo
desatendidas, a pesar de que las estrategias para prevenir el problema del
alcohol y las demás drogas se hallaban en proceso de ejecución.
Propuso entonces, que su proyecto se encargaría de desarrollar y
comprobar que todos que serían aplicados por los mismos grupos de
padres de familia, para la atención de aquellas vecindades de bajos
ingresos.
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Aumentan la atención en laboratorios
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