MENSAJE
Sobrecargado y sin licencia
Hermano Pablo
Costa Mesa, Califonia
Era un festivo grupo de excursionistas
en un día maravilloso de verano. Era también uno de los lagos
más bonitos de Taiwan: el Sur Moon. Y era una oportunidad de respirar
buen aire, tomar buen sol, bañarse en buenas aguas y comer excelentes
comidas.
Pero en un viraje cerrado, el yate de placer donde iban los excursionistas
se inclinó demasiado. Toda la carga se corrió a un lado, y
el barco zozobró. De los noventa y cinco excursionistas que iban
en la embarcación, cincuenta y cuatro perecieron en las aguas. El
informe que dieron los autoridades fue: "El barco navegaba sobrecargado
y sin licencia".
"Sobrecargado y sin licencia: una situación que presagia
destrucción. No se puede estar seguro cuando estas dos condiciones
se combinan.
El hombre que maneja sobrecargado de licor, y además sin licencia
para manejar, pone en peligro su vida y la de muchos más. El que
anda sobrecargado de drogas, y sin licencia, es decir, sin permiso legal
para comprar más, está derrochando el tesoro más grande
que tiene: su vida.
Y qué del que anda sobrecargado de deudas y sin licencia, es decir,
sin la capacidad de cancelar sus cuentas? Este también está
en una situación apremiante. Puede aun caer en la cárcel.
Hay personas que viven sobrecargadas de problemas de toda especie: físicos,
económicos, personales, familiares, espirituales, y no tienen licencia,
es decir, no tienen la capacidad para resolverlos.
Asimismo hay hombres que viven sobrecargados de concuspicencia. Son los
que llevan vidas desenfrenadas, sin la licencia de tener relaciones sexuales
excepto con su esposa. Sin embargo, ceden al desenfreno y adulteran, creyendo
que podrán sobrevivir.
En todos estos casos la barquichuela de la vida se escora, la carga se
corre a un lado y el barco zozobra, y queda uno a merced de las aguas turbulentas
de la vida. ¿Qué hacer entonces?
Es entonces que hay que acudir a Cristo. Cristo ofrece llevar nuestras
cargas, calmar nuestras pasiones, perdonar nuestros pecados y darnos licencia,
no para pecar sino para andar en esta vida con libertad, con paz y con la
justicia que sólo El puede dar. Acudamos a nuestro Salvador.
|