Jueves 23 de julio de 1998

 








 

 

El poder curativo de plantas medicinales

Mauro García Suárez
Colón· EPASA

D
esde tiempos inmemorables, el hombre ha utilizado lo que la naturaleza le brinda para alimentarse, cubrir su cuerpo de las inclemencias del tiempo y procurarse refugio. Asimismo de su entorno, seleccionando plantas, flores, frutos y otros ofrecimientos de la madre tierra, en busca de medicamentos que le alivien sus dolencias físicas y mentales.

En nuestros días, mucha gente sin desestimar la medicina tradicional, está recurriendo a la naturaleza, lo que queda demostrado por la afluencia diaria de compradores de hierbas en los puestos que a lo largo del país, ya son conocidos en todas las comunidades. Vendedores que conocen las propiedades curativas del producto que se ofrece y además las formas de prepararlas, aplicarlas o tomarlas, según el mal o la enfermedad.

Es común escuchar a personas que se han curado a base de tomas y pócimas, preparadas con hierbas, flores o frutos, luego de haber estado durante un período largo en manos de médicos y atendiéndose con medicinas patentadas.

Lo cierto es que el poder curativo de éstas, es irrebatible cuando se conoce que las aspirina, una de las maravillas medicinales del siglo, es fabricada de una de las variedades de la familia de los sauces y así todo lugar en el planeta boza para bien común de la belleza y bondad curativa de las plantas medicinales.

Colón, no es la excepción, con sus yerberos dispuestos en puntos determinados del mercado de verduras y en sectores adyacentes. Leandro Cáceres, que tiene 14 años de estar vendiendo salud, como dice y asegura que "cada día aumentan los que las usan, muchas veces como el último recurso curativo, después de mucho asistir a médicos, clínicas y hospitales".

Un hecho interesante y posiblemente poco conocido es el del envío hacia el extranjero, principalmente a los Estados Unidos, aquellas que no se venden frescas y se marchitan. "Se procesan secas, como el guabito amargo, que sirve para la presión alta y para limpiar la sangre", revela Leandro.

Es interminable la lista de las plantas curativas y sus propiedades milagrosas, que ayer sirvieron a nuestro antepasados, y de quienes estamos heredando las conocimientos básicos fundamentales de la medicna natural.

Al haber los yerberos, no dejan de mencionar el llantén, que sirve para riñones, inflamación y la vejiga; la cola de caballo, la sábila, para múltiples malestares; la ruda, para los parásitos intestinales (lombrices), la cual se toma con leche, para curar a los viciosos o adictos al alcohol y las drogas y de paso, para la limpieza de la casa, resguardarla y atraer la suerte.

La sábila, considerada una de las plantas maravillosas, al igual que la altamisa y la hoja de pasmo, sirven para el aire y el pasmo. Las hojas de aguacate hervidas, desaparecen el ácido úrico; para el acné, enemigo del rostro de los adolescentes, los vapores aplicados a la cara a base de hojas de eucalipto, dan buenos resultados, como para la afonía, un mal que afecta a los educadores, cantantes y locutores, un tratamiento con el eucalipto, cebolla roja y té de menta, es considerado un remedio efectivo.

Así para cada cosa o dolencia, hay o existe una planta, una flor o fruto, que si no cura por completo, minimiza el sufrimiento humano. La alteración nerviosa, las alergias de la piel, la amigdalitis, el asma, bronquitis, caspa, diabetes, cólicos, colesterol, diarreas, empacho, caída del cabello, hígado, dolor estomacal, hemorroides, hepatitis, hipo crónico, hongos, insomnio, jaquecas, leucemia, menstruaciones irregulares, impotencia y hasta para el terrible cáncer tiene su planta y su flor curativa.

Pero irremediablemente también vivimos una realidad negativa, progresiva y que atenta contra la supervivencia misma de la raza humana y es la creciente destrucción por el mismo hombre, de la fauna y flora del planeta.

Estamos perdiendo peligrosamente, toda esta fortuna que para el bien de todos, nos ha legado la naturaleza. Estudios previos han comprobado que cerca de 12,5 por ciento de plantas con flores y helechos que existen en el mundo están amenazados de extinción. Todo ello producto de un trabajo de 20 años, de expertos botánicos y conservación de la naturaleza de todo el mundo, en el que se insertan 34.000 especies de plantas presentes en 200 países.

Pongamos atención y un alto y a este deterioro progresivo, causado por nosotros mismos, donde muchas de las plantas conocidas por sus propiedades medicinales, incluyendo entre ellas un 75 por ciento de las que se extran componentes de medicamentos, dirigidos a la lucha y cura del cáncer están a punto de perderse para siempre.

 

 

 

 

 


 

Es común escuchar a personas que se han curado a base de tomas y pócimas, preparadas con hierbas, flores o frutos, luego de haber estado durante un período largo en manos de médicos y atendiéndose con medicinas patentadas.

 

PORTADA | NACIONALES | OPINION | PROVINCIAS | DEPORTES | LATINOAMERICA | COMUNIDAD | VARIEDADES | CRONICA ROJA | EDICIONES ANTERIORES


   Copyright 1996-1998, Derechos Reservados EPASA, Editora Panamá América, S.A.