El poder curativo de plantas medicinales
Mauro García Suárez
Colón· EPASA
D esde tiempos inmemorables,
el hombre ha utilizado lo que la naturaleza le brinda para alimentarse,
cubrir su cuerpo de las inclemencias del tiempo y procurarse refugio. Asimismo
de su entorno, seleccionando plantas, flores, frutos y otros ofrecimientos
de la madre tierra, en busca de medicamentos que le alivien sus dolencias
físicas y mentales.
En nuestros días, mucha gente sin desestimar la medicina tradicional,
está recurriendo a la naturaleza, lo que queda demostrado por la
afluencia diaria de compradores de hierbas en los puestos que a lo largo
del país, ya son conocidos en todas las comunidades. Vendedores que
conocen las propiedades curativas del producto que se ofrece y además
las formas de prepararlas, aplicarlas o tomarlas, según el mal o
la enfermedad.
Es común escuchar a personas que se han curado a base de tomas
y pócimas, preparadas con hierbas, flores o frutos, luego de haber
estado durante un período largo en manos de médicos y atendiéndose
con medicinas patentadas.
Lo cierto es que el poder curativo de éstas, es irrebatible cuando
se conoce que las aspirina, una de las maravillas medicinales del siglo,
es fabricada de una de las variedades de la familia de los sauces y así
todo lugar en el planeta boza para bien común de la belleza y bondad
curativa de las plantas medicinales.
Colón, no es la excepción, con sus yerberos dispuestos
en puntos determinados del mercado de verduras y en sectores adyacentes.
Leandro Cáceres, que tiene 14 años de estar vendiendo salud,
como dice y asegura que "cada día aumentan los que las usan,
muchas veces como el último recurso curativo, después de mucho
asistir a médicos, clínicas y hospitales".
Un hecho interesante y posiblemente poco conocido es el del envío
hacia el extranjero, principalmente a los Estados Unidos, aquellas que no
se venden frescas y se marchitan. "Se procesan secas, como el guabito
amargo, que sirve para la presión alta y para limpiar la sangre",
revela Leandro.
Es interminable la lista de las plantas curativas y sus propiedades milagrosas,
que ayer sirvieron a nuestro antepasados, y de quienes estamos heredando
las conocimientos básicos fundamentales de la medicna natural.
Al haber los yerberos, no dejan de mencionar el llantén, que sirve
para riñones, inflamación y la vejiga; la cola de caballo,
la sábila, para múltiples malestares; la ruda, para los parásitos
intestinales (lombrices), la cual se toma con leche, para curar a los viciosos
o adictos al alcohol y las drogas y de paso, para la limpieza de la casa,
resguardarla y atraer la suerte.
La sábila, considerada una de las plantas maravillosas, al igual
que la altamisa y la hoja de pasmo, sirven para el aire y el pasmo. Las
hojas de aguacate hervidas, desaparecen el ácido úrico; para
el acné, enemigo del rostro de los adolescentes, los vapores aplicados
a la cara a base de hojas de eucalipto, dan buenos resultados, como para
la afonía, un mal que afecta a los educadores, cantantes y locutores,
un tratamiento con el eucalipto, cebolla roja y té de menta, es considerado
un remedio efectivo.
Así para cada cosa o dolencia, hay o existe una planta, una flor
o fruto, que si no cura por completo, minimiza el sufrimiento humano. La
alteración nerviosa, las alergias de la piel, la amigdalitis, el
asma, bronquitis, caspa, diabetes, cólicos, colesterol, diarreas,
empacho, caída del cabello, hígado, dolor estomacal, hemorroides,
hepatitis, hipo crónico, hongos, insomnio, jaquecas, leucemia, menstruaciones
irregulares, impotencia y hasta para el terrible cáncer tiene su
planta y su flor curativa.
Pero irremediablemente también vivimos una realidad negativa,
progresiva y que atenta contra la supervivencia misma de la raza humana
y es la creciente destrucción por el mismo hombre, de la fauna y
flora del planeta.
Estamos perdiendo peligrosamente, toda esta fortuna que para el bien
de todos, nos ha legado la naturaleza. Estudios previos han comprobado que
cerca de 12,5 por ciento de plantas con flores y helechos que existen en
el mundo están amenazados de extinción. Todo ello producto
de un trabajo de 20 años, de expertos botánicos y conservación
de la naturaleza de todo el mundo, en el que se insertan 34.000 especies
de plantas presentes en 200 países.
Pongamos atención y un alto y a este deterioro progresivo, causado
por nosotros mismos, donde muchas de las plantas conocidas por sus propiedades
medicinales, incluyendo entre ellas un 75 por ciento de las que se extran
componentes de medicamentos, dirigidos a la lucha y cura del cáncer
están a punto de perderse para siempre.
|
|
Es común escuchar a personas que se han curado a base de tomas
y pócimas, preparadas con hierbas, flores o frutos, luego de haber
estado durante un período largo en manos de médicos y atendiéndose
con medicinas patentadas. |
|