Lunes 27 de julio de 1998

 








 

 

EDITORIAL
El lado oscuro y turbio de la cara bonita de Panamá

L
a comunidad de Bella Vista se ha visto estremecida por tres homicidios en una semana, los que no dejan de preocupar a los moradores de ese progresista corregimiento.

Otra vez la escalada de violencia sacude a una barriada que resiente la falta de vigilancia y la ausencia de luminarias en el sector. A pesar de los esfuerzos del Representante Julio Crespo, definitivamente no se pueden resolver todos los problemas si hay escasez de recursos y la solidaridad de las autoridades de policía. Por lo tanto, se dificulta una buena labor de profilaxis social para devolverle la tranquilidad de los asociados.

Es lamentable que esto esté ocurriendo en la otrora cara bonita de la ciudad. Pero gran parte de culpa la tienen las autoridades complacientes que han permitido que se sature de discotecas y otros negocios de dudosa reputación en los que se desbocan las pasiones.

Sería conveniente que se hiciera una revisión de los permisos y patentes otorgadas con anterioridad a fin de evaluar si llenan su cometido, ya que nos llegan denuncias de los excesos en que incurren jóvenes durante los fines de semana, a sabiendas de que no hay vigilancia policial en estas áreas.

Bella Vista fue el mejor barrio y orgullo citadino. Todavía hay hermosas residencias y familias decentes y honorables. Pero ya da miedo salir en las noches, por lo que apelamos a la Policía Nacional a redoblar la vigilancia porque Bella Vista merece y demanda esa seguridad.

En tiempos en que eran representantes del corregimiento Alberto Pons, Mayín Correa y Nelly de Figueroa, Bella Vista no era así. Pero se está empañando la "cara bonita" porque muchos padres de familia tampoco cooperan con las autoridades y patrocinan y aplauden la conducta indecorosa de sus vástagos. Para frenar la violencia tiene que haber, pues, un trabajo en equipo que incluya el hogar, la familia y las autoridades que tienen que mostrarse más enérgicas.

Hay que salvar y sanear a Bella Vista de la violencia armada. Los actuales y antiguos residentes de Bella Vista no deben permitir que se manche el nombre de un barrio donde se formaron familias históricas y respetables. Ese debe ser un compromiso que deben adquirir quienes tienen querencias, nostalgia, y que dejaron huellas en una comunidad que les seguirá perteneciendo con sus recuerdos. Que no se repita lo del "casco viejo", el primer asiento de las familias de "adentro" que fue abandonado por la indiferencia y cayó en manos de muchos damnificados y precaristas que no supieron apreciar el valor histórico de esa área. Todavía hay tiempo. Las fuerzas vivas de Bella Vista pueden hacer algo. No dejen solo al Representante.

 

 

 

 


 

AYER GRAFICO
La época del calypso en Panamá y sus mejores intérpretes en 1960.


CREO SER UN BUEN CIUDADANO
Sin embargo no respeto a las personas de edad avanzada.


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