Tras tres décadas de lucha contra la autoridad británica de Irlanda del Norte (Ulster), el proscripto Ejército Republicano Irlandés (IRA, en inglés) anunció que abandona de manera definitiva la vía armada y le pidió a sus militantes que se deshagan de armas.
Sin embargo, el IRA anunció que no se disolvería como organización.
El anuncio del IRA de que pone fin a su campaña armada es un gesto "valiente y lleno de confianza", afirmó el presidente del Sinn Fein (brazo político del IRA), Gerry Adams.
Este nuevo anunció, según los analistas, ayudará a impulsar el Acuerdo del Viernes Santo, en 1998, que trató obtener la paz entre unionistas pro británicos y nacionalistas.
"Este puede ser el día en el que, finalmente, la paz reemplace a la guerra en Irlanda", dijo a su vez el primer ministro británico Tony Blair.