Con el crimen de Lilia Michelle Ramos Marimón ya se hizo justicia a nivel terrenal. Pero aún quedan piezas de este rompecabezas pasional, en el que los dos sindicados por el delito Julio Anel Bayo y Anet Ortiz, fueron declarados culpables por el jurado de conciencia.
�Pero por qué la mataron? Todo indica que Bayo optó por acabar con la vida de la mujer que llevaba en su vientre un hijo de él, por eso mismo: porque estaba embarazada.
La vista fiscal de este caso, reveló que Bayo tenía un interés marcado en acabar con el embarazo de Lilia a través de un aborto, cosa a la que presuntamente la víctima se opuso, y que al final, de acuerdo con la mayoría de los peritos que conformaron la defensa de los implicados, fue la causa del asesinato que ocurrió el 4 de septiembre de 2004.
En el expediente se destaca que Bayo tenía temor de perder ciertos privilegios que le daba su padre, quien al parecer le había dicho que si embarazaba a otra mujer, le quitaría algunos beneficios.
Bayo al momento del asesinato no laboraba, y solamente había tenido una corta experiencia laboral de 15 días como mensajero en un laboratorio de la localidad.
Julio Anel Bayo, pese a ser una persona adulta y con una hija que mantener (la cual tuvo con la sindicada Aneth), recibía antes de su detención una "mesada" de 45 dólares semanales (180 al mes) para sus gastos personales. Su padre le pagaba su asistencia a la Universidad Latina.
Por ello, es que se deja establecido que el temor de perder estos privilegios de índole económica fue lo que llevó a Julio Anel a cometer este horrendo homicidio.
LOS HECHOS
Según se dejó sentado en el expediente, Bayo acabó con la vida de Lilia cuando esta tenía 6 meses y 2 semanas de embarazo al estrangularla con una correa en los predios de Plaza Conquistador. De allí, junto a Anet Ortiz (cómplice) se trasladan a Chepo donde Bayo le prende fuego a Lilia.
El interés de Julio de acabar con el embarazo era tal, que incluso, cuando la víctima tenía cinco meses de embarazo, le comunicó que su madre tenía interés en ir con ella a un cita médica a lo que la hermana de Lilia, Kathia Mejía Marimón, le dijo que no fuera y tuviera cuidado, porque sabían del odio que la progenitora de Bayo le tenía por el simple hecho de estar embarazada. Esta cita médica nunca se concretó.
El día de los hechos, Lilia recibió una llamada de Bayo en la que supuestamente la invitaba a comer helado y a hacer compras para el bebé.
Ella no le comentó nada de eso a sus familiares, pero si lo hizo con algunas compañeras de trabajo.
Luego de cometer el homicidio, Bayo habló con familiares de la muerta y les dijo que él no sabía del paradero de ella. "Si antes de las 12:00 de la noche tienen noticias me avisan, ya que después me acuesto a dormir", le dijo a uno de los hermanos de Lilia.
SE DESCUBRE EL TAMAL
Luego del suceso, Aneth Ortiz vivió momentos difíciles. No comía, se pasaba taciturna y es cuando familiares de ella la increpan.
"�Tú sabes algo de eso?�Dime la verdad?", le dice un cercano familiar y en ese momento la joven no aguanta más y relata parte de lo sucedido.
Acompañada de familiares, Aneth acude donde el detective Mauricio Fuente y le explica que va a decir toda la verdad.
Es allí donde narra los aspectos cronológicos del crimen de Lilia y cómo sucedieron todas las cosas.
PRUEBAS INCONCLUSAS
A pesar de la culminación de la audiencia, aún quedaron algunas dudas en la investigación. Una de ellas es la relativa a la supuesta agresión de Anet a Lilia en los predios del trabajo de la última en las oficinas de la CSS, en calle 17.
Varios testigos dijeron escuchar la versión de Lilia de que Aneth intentó agredirla, pero que no pudo hacerlo y en esa ocasión reventó uno de los vidrios de la Mitsubishi Nativa de Bayo. Ellos dijeron haber escuchado esto, pero ninguno confirmó haber sido testigo ocular del acto.
Incluso, un perito mecánico contratado por la defensa del homicida, dijo que el carro tenía todas sus piezas de fábrica y no mostraba signos de haber realizado cambios en el mismo.
Las pertenencias de Lilia Ramos, que según Aneth fueron tiradas por Julio Anel, en un basurero instalado en el centro comercial Los Pueblos, nunca aparecieron.