Después de seis años de crisis y hambre, los extrabajadores de las fincas bananeras independientes, que fueron cerradas en Divalá, provincia de Chiriquí están a punto de alcanzar la meta.
Un nuevo mercado para la producción de maíz es la puerta que se abre para estos trabajadores, que han esperado por tanto tiempo, una alternativa para salir del problema económico en que se encuentran sumergidos.
Cada familia tendrá que sembrar dos hectáreas de maíz y al final de la cosecha la Cooperativa de Productores de Leche la comprará.
Guillermo Salazar, Ministro de Desarrollo Agropecuario (MIDA) conversó con los extrabajadores bananeros sobre esta posibilidad y sólo estaba en manos de ellos aceptar la propuesta, para comenzar las conversaciones con las entidades bancarias ahora propietarias de los terrenos.
La agricultura de subsistencia ha sido la única forma que han encontrado para salir adelante, mientras ya llevan sembrada cerca de 500 hectáreas de plátano.
Arcenio Romero dirigente de los trabajadores, explicó que hay más de 400 familias que aún viven dentro de las fincas cerradas y mediante la siembra de frijoles, arroz y plátanos han logrado subsistir.
Conformaron una asociación de trabajadores desempleados de las fincas independientes, para conseguir una personería jurídica y salir adelante.
1,800 HECTAREAS
Cerca de 1,800 hectáreas de tierras están abandonadas, en lasque se espera que los trabajadores puedan aprovechar para esta producción. Utilizada por la cooperativa en la fabricación de alimentos para el ganado.