La OTAN aseguró ayer haber dado muerte a cuatro insurgentes en el ataque de un helicóptero en la provincia sureña afgana de Kandahar, aunque los lugareños denunciaron a la prensa que se trataba de civiles.
En un comunicado, la Fuerza Internacional de Asistencia a la Seguridad (ISAF), bajo el mando de la OTAN, explicó que las tropas internacionales detectaron ayer la presencia en el distrito de Arghandab de cuatro supuestos talibanes armados que, "posiblemente", estaban colocando explosivos en la zona.
La ISAF atacó a los integristas a las 01.30 horas locales de hoy (21.00 GMT de ayer) "con misiles y fuego de armas ligeras", desde un helicóptero.
La OTAN precisó que no lanzó ninguna bomba y añadió que se produjo una explosión a causa del ataque, algo que demuestra que los insurgentes tenían "material explosivo".
La Alianza Atlántica ha abierto una investigación sobre el suceso, que coincide con la visita a Kabul del secretario general de la OTAN, Anders Fogh Rasmussen.
"La aviación de las fuerzas extranjeras bombardeó mi casa aproximadamente a la una (20.30 GMT de ayer) y, como resultado, mi hijo menor y tres niños murieron y otro resultó herido", dijo a AIP un vecino de la zona.
A�O MAS SANGRIENTO
Según un informe de la ONU, 2118 civiles murieron en Afganistán a causa de la violencia en el 2008, el año más sangriento desde que los talibanes fueron desalojados del poder en el 2001.
Un 55 % de los civiles perdieron la vida en acciones atribuidas a los talibanes, mientras que las fuerzas afganas y extranjeras fueron responsables de la muerte de un 39% de ellos.