El gobierno chileno estudia la posibilidad de limitar las migraciones a la isla, famosa por sus tesoros arqueológicos.
Se trata un intento por evitar que el número de habitantes locales sea superado por personas que emigran desde el continente.
La Isla de Pascua pertenece a Chile desde 1888 y es conocida en el mundo entero por sus gigantescas esculturas talladas en piedra.
La iniciativa, que forma parte de una propuesta de ley para administrar la isla, ha tenido una recepción mixta entre los isleños. Los planes incluyen mayor descentralización para que los habitantes participen en la toma de decisiones, mejor transporte y una nueva comisión que tratará de preservar la cultura local.
En la actualidad, unas cuatro mil personas viven en la isla, 1.800 de ellas descendientes de los Rapa Nui, quienes fueron los habitantes originales del lugar. Los demás habitantes son del resto de Chile o de otros países.
La Isla de Pascua está situada a 3.700 kilómetros del continente y es uno de los lugares más aislados del mundo. En la actualidad, cualquier chileno puede vivir allí, aunque no se les permite comprar tierra.