Pastrana dio primer paso firme para hablar
con la guerrilla
Bogotá
AFP
En una audaz e inédita
decisión en más de tres décadas de conflicto armado
interno en Colombia, el presidente Andrés Pastrana dio el primer
paso firme para emprender diálogos con las guerrillas izquierdistas.
El flamante mandatario anunció la víspera que serán
desmilitarizados cinco municipios del sur del país, tal como lo reclamaban
los insurgentes.
Tres días después de haber asumido la presidencia anunciando
que la prioridad de su gobierno sería la búsqueda de la paz
con la guerrilla, Pastrana hizo el anuncio al dar posesión del cargo
a su consejero para asuntos de paz, el ex embajador en Argentina, Víctor
Ricardo.
Los cinco municipios que serán desmilitarizados en un plazo máximo
de 90 días están ubicados en los departamentos del Meta y
Caquetá (sureste), y representan una extensión de 47.000 km
cuadrados que quedarán sin ninguna vigilancia de las fuerzas del
Estado.
Los altos mandos militares, que horas antes del anuncio presidencial
habían manifestado su sujeción a las decisiones del mandatario,
han advertido sobre el riesto estratégico de la desmilitarización
de esa vasta zona dado que es uno de los epicentros del tráfico de
drogas.
En un intento por reducir ese peligro, Pastrana fue enfático en
advertir a la guerrilla que espera que esa zona no se convierta en un "corredor
de impunidad para el aumento del narcotráfico".
El despeje de los cinco municipios fue una exigencia hecha desde el año
pasado por las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC, marxista)
al recién concluido gobierno del liberal Ernesto Samper, que no la
aceptó.
Recientemente el Ejército de Liberación Nacional (ELN,
guevarista) secundó esa exigencia.
Las FARC y el ELN, con unos 17.000 hombres armados, son las guerrillas
más importantes y beligerantes que operan actualmente en Colombia,
siendo las FARC la más antigua con 34 años de lucha armada.
Las FARC, con una fuerte presencia en esos cinco municipios, La Uribe,
Mesetas, Vistahermosa y La Macarena en el departamento del Meta; y San Vicente
del Caguán, departamento del Caquetá, no han explicado públicamente
el porqué de esa reiterada exigencia.
Pastrana, elegido presidente en los comicios del pasado 21 de junio,
acudió el 9 de julio sorpresivamente y en secreto, a uno de los campamentos
de las FARC en plena selva para encontrarse cara a cara con el máximo
comandante del grupo insurgente, el legendario Manuel Marulanda (alias "Tirofijo").
En esa reunión se comprometió, una vez asumiera la presidencia,
a ordenar la desmilitarización de los cinco municipios, para que
en ese escenario, a modo de zona de distensión, se iniciaran los
diálogos.
En primera instancia la decisión del mandatario conservador desentraba
la posibilidad de una negociación de paz con los dos grupos guerrilleros,
que se habían negado sistemáticamente a hablar con el ex presidente
Ernesto Samper, bajo el argumento de que presidía un gobierno "corrupto"
por haber sido elegido con dinero del narcotráfico.
En segunda instancia, la osada determinación del nuevo presidente
constituye la apertura de las puertas a un proceso de paz, que sin embargo,
tal como el propio presidente ha advertido reiteradamente, será largo,
difícil y tendrá que hacerse en medio de la guerra.
|