Mapas imprecisos, entregados por los dueños de la empresa, causaron ayer un nuevo fracaso en los esfuerzos para contactar a 33 obreros que el pasado 5 de agosto quedaron atrapados por un derrumbe en una mina del norte de Chile, según dijeron los encargados del rescate.
"Con mala información es difícil tomar una decisión precisa (...), sólo tengo la información entregada por la empresa", dijo, a los periodistas, Andrés Sougarret, el experto que ha estado al frente de los trabajos de rescate.
Los 33 mineros cumplieron ayer catorce días a 700 metros de profundidad en la mina de cobre y oro San José, de la empresa San Esteban, en la región de Atacama, a unos 830 kilómetros de Santiago.
Una de las nueve sondas que perforan la mina, superó los 700 metros de profundidad, pero sin contactar a las víctimas ni encontrar el refugio donde se supone pudieron guarecerse.
El pasado 7 de agosto, un segundo derrumbe bloqueó la chimenea de ventilación de la mina, por donde las cuadrillas de rescate trataban de llegar a los atrapados.
Los rescatistas insistieron en esa vía, pues de lograr abrirla, el rescate se habría reducido a unas pocas horas, pero debieron desistir, definitivamente, el 15 de agosto, cuando se encontraron con una pared de 700 mil toneladas de roca.
La pared tiene cien metros de largo, veinte de ancho y 135 de alto, además, carece de apoyo y puede desplomarse en cualquier momento, explicó, ese día, Andrés Sougarret.
Hoy, mientras el experto indicaba que la sonda más avanzada llegó a 720 metros sin resultados positivos, el ministro de Minería, Laurence Golborne, informaba del fracaso a los familiares de los atrapados.
Los familiares, instalados en un improvisado campamento que llamaron "Esperanza", en el que han permanecido desde el primer día, se habían mantenido en vigilia toda la noche, en espera del contacto.
La perforadora que alcanzó la cota donde estaban los mineros el día del derrumbe funciona con un sistema denominado "aire reverso", que la hace más rápida, pero más imprecisa y cualquier desvío no se puede corregir sobre la marcha.
FAMILIARES: ESPERANZA
Unos 200 familiares de los trabajadores permanecen en un improvisado campamento a la espera del rescate, en las afueras del yacimiento. Las esperanzas de encontrar a los mineros en el sitio de emergencia radican en que está en el fondo del mineral, un lugar más seguro de un derrumbe, en niveles superiores, y que cuenta con algunos elementos para sobrevivencia como agua y oxígeno.