EDITORIAL
Así no es la cosa...
El despertar económico
de Colón asienta en las agigantadas inversiones portuarias comerciales
y ferrocarrileras que acrecientan el movimiento de mercaderías de
una costa a la otra, y expanden la Zona Libre; estrategia nacional voceada
por los ideólogos del régimen perredista, de cuya materialización
se espera logros certeros de crecimiento y desarrollo.
Sin embargo, en el desenvolvimiento de las labores expansivas de las
empresas Manzanillo Internacional Terminal, Panamá Ports, y Kansas
Railroad, han existido incongruencias que reclaman revisión de los
polígonos otorgados en las concesiones, sustitución de áreas
y ajustes impositivos, necesarios para esclarecer el destino portuario transitista
panameño, en el Atlántico, y materializar los objetivos predeterminados.
Ahora, el controversial ciudadano Alcalde de Colón, emite orden
de captura contra dos ejecutivos de la empresa Manzanillo International
Terminal (MIT) como respuesta a queja relacionada con el cierre de una vía
que presuntamente forma parte de los terrenos otorgados a la empresa en
la concesión, sin agotar los mecanismos administrativos y procedimiento
que para las controversias vecinales previene la legislación vigente,
en evidente abuso de mando que aflora un grave desbordamiento de poder que
no contrasta con las proclamas que Panamá vocea al mundo, al ofertar
oportunidades comerciales y perspectivas económicas, que resultan
afectadas con acciones como la descrita.
El entorno de la actuación alcaldicia se describe como de violentismo
para ingresar al recinto portuario, con amenazas de usar la fuerza de necesitarlo,
como dicen las noticias de prensa.
Conviene recordar que las negociaciones de las concesiones constituidas
en el área colonense han estado redeadas de críticas y señalamientos
que previenen incongruencias de los terrenos otorgados con la realidad física;
la duplicación de áreas y la carencia de un manejo documental
técnico que elimine eventuales conflictos interempresas y estatales;
lo cual requiere ponderación, serenidad y tino, por parte de los
funcionarios panameños, evitando provocar desestimientos, renuncias,
abandonos y conflictos contractuales.
Al existir contrapelos en la interpretación geográfica
de las áreas, linderos, rumbos y grados, lo legítimo es consultasr
al personal técnico de topógrafos y agrimensores para deslindar
los puntos, verificar los equívocos y superarlos.
Utilizar los resortes de mando y adelantar actuaciones de "vaquero
del Oeste norteamericano"; ignorar los predicados de las normas, y
ofertar detenciones, por actos que no son susceptibles de causar pérdida
de la libertad, es procedimiento de estulticia, de prepotencia supina, cuyas
resultas pudieran conducirnos a conflictos legales y contractuales de rigor,
que no debemos permitir.
Así, no es la cosa, Señor Alcalde.
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AYER GRAFICO |
Represión policial a pocos días del golpe del 11 de octubre
de 1968. |
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