Profanación de tumbas, sexo y drogas, ocurren dentro del Cementerio Municipal de La Chorrera; así lo denuncian usuarios que reclaman mayor vigilancia en horas de la noche.
El profesor Rolando Oses, dice que hace unos días fue al sepelio de un amigo y al visitar la tumba donde reposan los restos de su esposa, su padre y su hijo, vio que se habían llevado tres placas de aluminio en alto relieve, cada una valorada en B.115. Señala Oses, que no es justo que se den estas cosas porque allí cada quien compra su terreno y paga sus impuestos; por lo que "debiera haber un celador en la noche".
Otro denunciante, Juan Bautista Rodríguez, comenta que situaciones como la ocurrida con el profesor Oses ya se han hecho comunes en este cementerio, donde a cada momento se quiebran cruces, se roban flores y vírgenes, por lo que recomienda contratar a un celador de día y otro de noche. José Sánchez, señala que este cementerio también es utilizado para la práctica de la brujería, sobre todo los días martes y jueves, donde entierran botellas con azúcar y zurrapa de café con nombres de personas.