El correo electrónico parecía fidedigno. Con el logotipo de Citibank en su membrete, el texto alertaba a los clientes del "banco" sobre la epidemia del robo de identidad, y les requería que confirmaran varios datos de sus cuentas. De lo contrario, éstas corrían el riesgo de ser suspendidas temporalmente, les advertían.
El correo circuló a comienzos de semana entre miles de cibernautas en el sur de la Florida.
Quienes respondieron pasaron a integrar un creciente grupo en Estados Unidos de más de 1.8 millones de víctimas de la más novedosa modalidad de los ciberasaltos digitales.
El e-mail, uno de miles que ha plagado la internet en el último año, no provenía de Citibank, sino de criminales anónimos disfrazados que buscan cazar información personal de los consumidores para conseguir acceso a sus cuentas bancarias.
Conocido como estafa de verificación de información, este tipo de fraude por la internet se ha convertido rápidamente en el favorito de los timadores, y el segundo más perpetrado en cifras de afectados.
De ahí que el FBI la haya catalogado como "la nueva estafa más problemática y de moda de la internet".
"Es un fraude muy peligroso, porque no es complicado de hacer y la gente cae fácilmente", alertó Mike Witting, presidente de CyberGuard, una compañía de seguridad informativa.
"Como los correos aparentan ser legítimos, la gente tiende a responder, pero no se dan cuenta que organizaciones como los bancos, nunca solicitarían este tipo de información a través de la internet", apuntó.