La tragedia del viernes dejó secuelas y heridas que no son fáciles de sanar. Algunos pueden rehacer sus vidas y otros se reniegan a hacerlo porque simplemente no quieren vivir allá.
La vida de Francisca Reyes cambió para siempre. Después de las inundaciones está sola. Unicamente se ha quedado con su hija Jennifer Castañedas, de 12 años. Su madre, Margarita Reyes, y sus dos hijos Maquir, de 8 meses, y Maryori, de dos años, están desaparecidos. Aún se desconoce si sobreviven o no.
Hasta el momento, según cifras oficiales, han muerto 11 personas. El último cuerpo encontrado fue el de Erika Araúz, una menor de 2 años.
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