El Gabinete aprobó ayer el último presupuesto general del Estado de la administración Torrijos. Las proyecciones de ingresos y gastos para el 2009, tienen la particularidad que regirán para dos gobiernos: el de la Patria Nueva y el que se instale el 1 de julio.
El presupuesto que será presentado hoy al pleno de la Asamblea Nacional de Diputados alcanza la cifra de 9, 763 millones de balboas. El renglón de inversiones se incrementa en 25% y el de funcionamiento en 14%.
El último año de gestión de todo gobierno debe imperar la disciplina fiscal y no pretender consumir todos los ingresos antes que se instale el nuevo gobierno. En un año electoral siempre hay la tentación de favorecer indirectamente y a veces hasta directamente a los candidatos del oficialismo, ojalá que los actuales gobernantes sepan elevarse sobre esos aspectos y piensan en lo que más le conviene al país y no necesariamente lo que beneficie al partido.
Este será el mayor presupuesto de la historia panameña. En comparación con la actual vigencia, se incrementa en un 17 por ciento, pero gran parte �unos 6, 362 millones de dólares- se destinan al funcionamiento de la burocracia estatal.
La lógica indica que los técnicos del actual gobierno deben heredar al próximo mandatario unas finanzas saneadas para que los nuevos inquilinos del Palacio de Las Garzas, no argumenten que se les dejaron las arcas vacías y se busque la excusa de implementar nuevos impuestos.
La situación económica mundial reclama un manejo juicioso de las finanzas públicas. Panamá hoy vive en bonanza, pero hay que verse en el espejo de otros países como los propios Estados Unidos, que hoy están inmersos en una grave crisis que hace tambalear a las instituciones financieras.