El distrito de Capira tiene cerca de 40 mil habitantes repartidos en 13 corregimientos. Su alcalde actual es el maestro Iván Saurí, que en repetidas ocasiones ha obtenido el apoyo del voto popular por el trato amable que le dispensa a la gente de esa pintoresca y acogedora región.
Pero Capira se está transformando poco a poco, influenciado por los cambios sociales, comerciales y económicos que vive el área oeste de la provincia de Panamá.
Esta jurisdicción territorial se caracteriza por tener en su entorno geográfico una diversidad de paisajes en tierras altas montañosas y un tramo del litoral pacífico, habitados ahora por foráneos que llegan a esos lugares paradisíacos atraídos por el deseo de disfrutar del ambiente bucólico y la tranquilidad de la campiña interiorana.
Cuando rememoro el pasado no muy distante, vienen a mi mente las reyertas que protagonizábamos cuando éramos estudiante en la Escuela Secundaria de La Chorrera, hoy Colegio Pedro Pablo Sánchez, porque los vecinos después del río Perequeté tenían que llegar hasta nuestro distrito para recibir educación secundaria.
Casi siempre la trifulca estudiantil la provocaba el grito de algún condiscípulo que al ver un capireño exclamaba "ahí va un come- corozo", a lo que el ofendido le respondía, y ustedes, chorreranos comebollos. A los que venían de Arraiján les apodaban comemonos.
Con los años, la población ha ido aumentando, y la falta de un terreno para construir el vertedero obligó al Municipio de Capira a depositar los desechos en un potrero en Villa Rosario.
Para colmo de males, los frecuentes decomisos de droga en las playas y las ejecuciones perpetradas por el sicariato y el narcotráfico han hecho de estos parajes sitios inseguros, por lo que las autoridades tendrán que aumentar el pie de vigilancia.
Son anécdotas y vivencias que van quedando en el recuerdo, ante el panorama incierto que se vive en estos días por estos lares.
