Hay quienes hallan en la música, teatro, pintura, literatura, danza o escultura una forma de catarsis o de ganarse la vida y aquellos como Ana Isabel Araúz, que usan la fotografía como espejo donde se reflejan la sociedad y el hábitat.
Celebrar la Patria es también dar un saludo a la naturaleza en todo su esplendor y como útero social y garante de la sobrevivencia de la especie, porque es de necios negar los lazos que nos atan a ella y urge que comprendamos que cada vez que muere un árbol o se extermina una especie estamos firmando la sentencia de muerte del Homo sapiens.
Panamá como trópico húmedo todavía acoge a un sinnúmero de especies de plantas y animales y es un importante centro de estudios ecológicos, lo que conlleva una gran responsabilidad que no podemos delegar y de la que nos alertan constantemente las ONG, como Ancón, Fundación Natura, Mar Viva, Sociedad Audubon de Panamá.. al igual que el Instituto Smithsonian para Investigaciones Tropicales.
Por más de dos décadas, Ana Isabel Araúz ha hecho suyo el compromiso de captar con su lente escenas de la vida silvestre, ejemplos de resultados de la negligencia humana sobre la floresta y fauna y aportes a la preservación del ecosistema panameño, uno de los más ricos del orbe, pues en lo que a aves respecta se afirma que las hay más que en Estados Unidos y Canadá juntos.
Precisamente, estas fotos, que son cien por ciento panameñas, como la Bandera, el Escudo, el Himno, la Pollera y la Moneda, evidencian esa riqueza animal y vegetal que debe enorgullecernos y de la que somos albacea.
En este mes de la Patria, en que lo panameño se exalta, no quisimos dejar pasar la oportunidad de dar gracias a Dios por haber nacido en esta tierra bendita, donde la biodiversidad es sinónimo de vida, de abundancia y es un preciado legado que hay que enseñar a preservar a sus herederos, como los valores fundamentales y la cultura.
Estas fotos son algunas de las miles que Ana Isabel ha tomado en distintos puntos del país, como Chucantí, reserva natural situada a más de 1, 400 metros de altura, entre Panamá y Darién, cuyo bosque aún maduro y preservado. Posee una singular riqueza biológica y hábitat de especies endémicas, zona que puede ser afectada por la tala de árboles en la región.
Las exhibió recientemente el Colectivo Isaac Benítez, del que ella forma parte, que los invita hoy a las 6:00 p.m. a una exposición en la Galería Manuel E. Amador de la Universidad de Panamá, donde también habrá pinturas de alumnos de la Facultad de Bellas Artes.
