ABRACADABRA
"Plan de gobierno (I)"
Carlos Guevara Mann
Seguramente Ud., amigo lector,
está tan aburrido como yo de las componendas, el oportunismo y la
politiquería. Por eso le propongo que celebremos una tregua esta
semana y conversemos sobre temas un poco más edificantes.
Ahora que la Unión por Panamá ha sometido su plan de gobierno
a la revisión de un distinguido grupo de ciudadanos, coordinado por
el Dr. Mario Galindo, conversemos, por ejemplo, sobre planes de gobierno.
A mediados de 1997 esbocé algunas ideas que podrían servir
de guía a la acción de la próxima administración.
Como recientemente he desempolvado ese escrito, hoy trataremos el aspecto
económico, el jueves el tema político, y el sábado
el aspecto social y cultural.
En cuanto a lo económico, debe considerarse lo siguiente:
Hay que poner un alto a la práctica de entregar los recursos del
Estado bajo condiciones harto desventajosas para la comunidad, como en el
caso del INTEL y los puertos, para mencionar sólo dos. A los monopolios
"privatizados" hay que someterlos a un control mucho más
riguroso, con el fin de que efectivamente cumplan su función social.
La privatización del IDAAN no debe llevarse a cabo. Para resolver
los graves problemas por los que atraviesa -producto de la pésima
administración y el saqueo a que lo sometió la dictadura de
los militares y el PRD- el IDAAN debe reestructurarse como empresa pública,
en atención a estrictos criterios de eficiencia, transparencia y
justicia social. Esto puede lograrse, como lo demuestra la experiencia de
otros países que han rechazado la privatización de sus empresas
de servicio público.
Es indispensable revisar cuidadosamente la política de concesiones
administrativas, de forma tal que los concesionarios no se aprovechen del
Estado panameño, como ha sucedido, por ejemplo, en los casos de los
corredores Norte y Sur.
En vez de una estrategia de crecimiento económico sin equidad,
hay que promover un modelo de desarrollo humano sostenible, inspirado en
los lineamientos del Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo
(PNUD).
Hay que rechazar el "Rambo capitalismo" del actual gobierno,
pues sólo conduce al desmembramiento de la sociedad y la destrucción
del medio ambiente, lo que sin duda hará imposible la subsistencia
del género humano en nuestro territorio. Entre otros aspectos, el
modelo de desarrollo humano sostenible debe basarse en lo siguiente:
1. La autosuficiencia alimentaria, a través de una versión
actualizada del Patronato Familiar que el Dr. Arnulfo Arias introdujo durante
su primer gobierno (1940-1941), de forma tal que se le garanticen al campesino
y al indígena, los medios suficientes para vivir con dignidad y preservar
la ecología, en su medio ambiente tradicional.
2. El desarrollo del turismo de calidad -especialmente el turismo ecológico-
que propende a la conservación -no a la destrucción- del medio
ambiente
3. El desarrollo forestal, de posibilidades ilimitadas en el campo agroforestal,
farmacéutico, turístico y financiero (mediante el llamado
"canje de deuda por naturaleza").
4. La promoción de la inversión extranjera responsable
y el desarrollo del mercado de capitales, con fundamento en el Fondo Fiduciario
para el Desarrollo, la banca estatal, el centro bancario y el emergente
centro de reaseguros, con el objetivo de fomentar el crecimiento económico
con equidad.
5. La suspensión inmediata de la nefasta política de concesiones
mineras y extractivas (arena, piedra, cascajo, madera), a que se oponen
las comunidades afectadas, y la revisión de las concesiones otorgadas
por gobiernos anteriores, con el fin de proteger los recursos naturales
que son patrimonio de todo el pueblo panameño y cuya destrucción
ha comenzado a causar grandes perjuicios a la colectividad.
6. El manejo estricto y transparente de las finanzas estatales y el rechazo
total de la política de endeudamiento descomedido, impuesta por el
actual gobierno, que tanto menoscaba la hacienda pública y compromete
a las generaciones futuras.
7. El cobro justo y eficiente de los impuestos, de tal suerte que se
provea al Estado de una base financiera sólida que le permita llevar
a cabo las reformas necesarias para promover el desarrollo humano sostenible.
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