El giro que han dado las investigaciones en casos de homicidios y ejecuciones pone a las autoridades de investigación preliminar en situaciones difíciles, donde en muchos de los escenarios del crimen se encuentra una víctima sin su asesino, y no hay rastros de quien pueda estar detrás de esa actividad criminal.
Ante esos hechos, el fiscal Superior Especial, Dimas Guevara, señaló que antes las fiscalías superiores atendían entre 14 y 15 procesos de homicidios por despachos, y actualmente son 250 homicidios los que se atienden, sin incluir los casos de muertes naturales.
"Ha habido un incremento en las ejecuciones relacionados con el narcotráfico; antes era por situaciones personales entre una otra víctima", recalcó.
Guevara describe esas cantidad de ejecuciones o personas que aparecen tiradas en casos de homicidios, que las mismas obedecen al hecho de que hay una reclamación de los victimarios, también la falta de pago de la actividad ilícita, que conlleva a un secuestro, posterior tortura y al final la ejecución.
Hasta la semana pasada se contabilizaron en el país en este año 2009, unos 689 crímenes.
Al hablar del perfil de las víctimas del crimen organizado, el fiscal Guevara identificó que en estos casos los muertos tienen antecedentes criminales, han estado detenidos, tienen reincidencia en la comisión de delitos, sin embargo, en su actividad antes de la ejecución aparecen con carros lujosos, recién comprados, no tienen un trabajo fijo, no tienen una estabilidad económica para tener esos bienes.
Puntualizó que se está dejando un mensaje, luego que muchos jóvenes quieren llegar a la satisfacción personal de adquirir bienes de una manera rápida a través de una actividad ilícita, lo que está generando ese tipo de violencia.
En el análisis de los hechos de violencia recordó que esos delitos del crimen organizado con el narcotráfico, ya no van a ir a los jurados de conciencia, hay aumento de la penalidad, y que la Ley castiga al que delinque.