El mundo conmemora hoy el 60 aniversario de la promulgación de la Declaración Universal de Derechos Humanos, uno de los instrumentos ético-morales más importantes de nuestra historia y un baluarte de nuestra conducta como especie.
Allí se proclama el "ideal común por el que todos los pueblos y naciones deben esforzarse, a fin de que tanto, los individuos como las instituciones, inspirándose constantemente en ella, promuevan, mediante la enseñanza y la educación, el respeto a estos derechos y libertades, y aseguren, por medidas progresivas de carácter nacional e internacional, su reconocimiento y aplicación universales y efectivos."
Sus postulados constituyen valores universales que nos enaltecen, pues consagra la igualdad, la equidad y la justicia para todas las personas, en todo momento y en todo lugar.
No ha sido fácil el transcurrir de estos compromisos durante estos años, pues aún persiste la incomprensión hacia estos valores y se han seguido cometiendo violaciones imperdonables contra los derechos humanos. De allí que la Declaración Universal de los Derechos Humanos sea un instrumento de extraordinaria vigencia en el mundo actual y constituya el fundamento sobre el cual se ha edificado toda la normativa legal para la defensa de estos principios.
La Declaración constituye la razón de ser de la figura del Ombudsman, pues es a través de la visión de su grupo de redactores sobre la que transita nuestra labor y nuestro compromiso: la defensa y protección de los derechos humanos, conscientes de que el respeto de estos derechos aún no llega a todos los ciudadanos, ya que todavía existen personas a quienes no le son reconocidos y persisten el hambre, la pobreza, la discriminación, la falta de acceso a la salud, a la educación, a poseer una vivienda digna y, más recientemente, las amenazas a nuestro medio ambiente.
Celebremos y defendamos este triunfo de la raza humana y hagamos de él un apostolado generoso y solidario, enmarcados en el lema con el cual transitamos este año por este compromiso: "Dignidad y justicia para todas las personas", ya que con ello estamos consolidando un ejercicio primordial del presente y del futuro.