"Esta es la primera y la última vez que vengo a Panamá", advirtió con evidente impotencia un molesto turista puertorriqueño al narrar la odisea que junto a varios de sus compatriotas vivieron ayer, martes, al ser asaltados por tres delincuentes al llegar al Lago Alajuela, entre Chilibre y Colón.
No fue hasta que los maleantes los amenazaron directamente con armas blancas e hicieron tiros al aire con una escopeta, que los visitantes comprendieron que se trataba de un asalto, pues al inicio pensaron que todo formaba parte de un gran espectáculo para darles la bienvenida a ese lago artificial de 50 kilómetros ubicado dentro del Parque Nacional Chagres.
Los turistas viajaron al lugar en un busito Coaster como parte de un paquete turístico. Entre los afectados quedó la sensación de complicidad entre indígenas emberás y los delincuentes, porque los mismos no hicieron nada por ayudarlos.