A partir del primer domingo de adviento, cientos de panameños llegan al garaje de la familia Varela Samaniego -en la Avenida Samuel Lewis- para apreciar uno de los nacimientos más antiguo, espectacular y grande de todo Panamá.
Con más de 400 figuras, fuera de animales y casitas, el pesebre de los Varela abre sus puertas durante todo el mes de diciembre hasta el 6 de enero, desde las 6: 00 de la tarde hasta las 11: 00 de la noche. La residencia está casi al frente del restaurante "La Fragata".
Eyda Sandoval de Varela, junto a su esposo Juan Antonio e Iván Flores, un máster en escenografía oriundo de Ocú, provincia de Herrera, son las mentes creativas de este monumento que cada años varia su estructura.
El sólo colocar las piezas del nacimiento, que tienen un tamaño aproximado de siete pulgadas nos toma de 10 a 12 días, aseguró Juan Antonio Varela Clement.
Sus figuras y escenas son verdaderamente impresionante. La imagen de la Virgen y San José aparecen seis veces en el nacimiento. En el pesebre, en la anunciación, en la huida a Egipto, pidiendo posada, en la presentación del templo, en la visita a Santa Isabel y en la matanza de los niños inocentes.
Otros de los atractivos de este famoso pesebre es que sus visitantes podrán disfrutar durante 20 minutos de la historia del Evangelio San Lucas, San Marcos y San Juan.
El nacimiento está apagado y a medida que se va contando la historia cada escena se va iluminando hasta quedar todo encendido, explicó Juan Antonio Varela.
Las piezas de la Virgen, San José y el niño que aparecen en el pesebre tienen 50 años y fueron traídas en 1957 de Barcelona, España.
En torno a la confección del pesebre, giran muchas historias; una de ellas es pedirle al Niño lo que más se anhela; sin embargo, para Juan Antonio Varela, padre de cinco hijos y con 13 nietos, el tener una familia unida ha sido su mayor satisfacción en la vida.
TRADICION DE FAMILIA
Con 25 años de colocar este nacimiento en el garaje de su casa, Varela recuerda que esta tradición la heredó de la familia de su esposa Eyda Graciela.
"El Dr. Roberto Sandoval y Graciela Adames de Sandoval, mis suegros, fueron los primeros que hicieron el nacimiento en el garaje de su casa en la Avenida Cuba y Calle 39 en el año de 1948".
Por múltiples razones la familia de su esposa, dejaron de confeccionar el pesebre, el cual estuvo guardado durante 20 años, hasta que un buen día su suegra decide venderlo y el precio que le pone era tan irrisorio que Juan Antonio Varela descarta esa posibilidad y retoma esta bella tradición.
En 1982 nadie ponía nacimiento. Primero porque las pieza, que eran traídas de Barcelona, España, eran muy difícil de conseguirlas y segundo, porque la tradición del árbol de Navidad y Santa Claus, se habían apoderado de las fiestas, comentó Juan Antonio, quien es directivo de la licorera Varela Hermanos, S.A.