En los últimos años, hemos venido escuchando a tecnócratas demagogos del Estado vociferar como papagayos que hay crecimiento económico en Panamá y que hay más empleos, basándose en las planillas del Seguro Social y la cantidad de contratos temporales e irregulares que celebran algunas microempresas, pero para los que sí vivimos en Panamá, sabemos que hay miles de personas a las que meten en alguna planilla pero en realidad no están trabajando, esto es para ser beneficiarios del pésimo sistema de Seguridad Social que tenemos.
Lo que sí es cierto, es que este país tiene grandes movimientos económicos producto del "lavado de dinero" y el trasiego de grandes cantidades de drogas, muchos de los "empresarios- narcos" se pasean por las calles de nuestro destruido Panamá en vehículos de lujo y residen en lujosos apartamentos. Este es el llamado "crecimiento".
Lo anterior, es la destrucción económica que se acentúa con la inflación reflejada en el histórico aumento de la canasta básica.
Pero la peor destrucción que atraviesa Panamá es la física o territorial. Lo que se ha dado en Panamá, en los últimos años, podríamos catalogarlo como una "catástrofe ambiental", empezando por el famoso proyecto CEMIS en Colón, que sepultó kilómetros de manglares y biodiversidad en el área conocida como Coco Solo.
En fin, la destrucción ha ido caminando a pasos agigantados por la ampliación del Canal, la minería en Petaquilla, en los manglares de Chame, San Carlos, Costa Arriba de Colón, Chiriquí, Bocas del Toro, Darién y en cada playa, manglar y bosque que se le antoje devastar a un político, empresario o turista que llega a Panamá.
Finalmente, le decimos a toda la sociedad en general que si no toma acciones inmediatas, luego que no se lamente por los efectos devastadores del Calentamiento Global- que degenerará un aumento de la temperatura en 5�C, inundaciones, huracanes, tsunamis y terremotos que modificarán inevitablemente las condiciones naturales del planeta.
