El metrobús llegará a los panameños como un regalo de Navidad que sólo podrá ser abierto por un grupo de nacionales cuando inicie su recorrido, por las congestionadas vías de los corredores Norte y Sur.
Este moderno "juguetito", si bien no resolverá todos los problemas de transporte en la capital, ayudará significativamente y nos permitirá olvidar paulatinamente a los tristemente célebres "Diablos Rojos".
Con la llegada del metrobús, no se acabarán los tranques ni los choques, pero el país empezará a caminar por los senderos del progreso, aseguran los impulsores de esta iniciativa. Lo bueno es que con el advenimiento del metrobús se terminará el eterno problema de las regatas, y a las unidades viejas y en mal estado les llegará la jubilación.
Al momento del inicio de operaciones, el metrobús mantendrá la tarifa actual del servicio de transporte colectivo (B/0.25) hasta tanto se retire en su totalidad la flota de los denominados "Diablos Rojos".
Todo lo relacionado al metrobús suena bonito. Empero las autoridades tendrán que tomar las medidas necesarias para evitar que al entrar en funcionamiento este nuevo sistema, los corredores se saturen de automóviles en las horas pico, provocando gigantescos tranques.
Paralelamente se debe iniciar una campaña de educación a los usuarios sobre el uso del metrobús para evitar las aguerridas batallas por tomar el mejor puesto y la falta de cortesía en las personas. Dios quiera que todo lo que se ha dicho del metrobús sea verdad y que el próximo año para esta fecha, todo el mundo esté contento.
Sería triste ver la próxima Navidad a las unidades con el retrato de celebridades en la parte posterior, y con los "pavos" en las puertas arengando rutas y "rofiando" a todos.