Se acabó la cita más especial de 2017
La cita más admirable del deporte panameño en 2017 llegó ayer a su final. Los III Juegos Latinoamericanos de Olimpiadas Especiales bajaron el telón, tras seis días de actividad.
Fue un evento en el que los atletas de diferentes partes de América Latina demostraron que no hay barreras cuando el coraje y determinación están presentes en cada acto realizado.
Una vez finalizada la competición, el medallero era lo de menos, porque la experiencia vivida durante estos días marcó una huella y les permitió a espectadores y voluntarios encontrar su inspiración.
Por otro lado, Panamá confirmó su categoría como anfitrión de un evento internacional. Ya sabía lo que era ser una sede de lujo, pues en 2012 había albergado los II Juegos Centroamericanos y del Caribe de Olimpiadas Especiales. Y este año no defraudó.